Las infecciones que siguen a un aborto medicinal son muy raras. Si te sientes débil, tienes náuseas, vómitos, diarrea, más de 100.4 F/ 38 °C de fiebre o fiebre durante más de 24 horas, dolor abdominal o si tu abdomen está dolorido o sensible; si sangras abundantemente por mucho tiempo, si tienes descargas vaginales con mal olor; podrías tener una infección y debes ir inmediatamente al doctor. Esa infección debe ser tratada con antibióticos.
Si la fiebre comienza justo después de la toma de Misoprostol, dura menos de 24 horas y es de menos de 100.4 F/ 38 °C, es un efecto secundario corriente. Si la fiebre pasa los 100.4 F/38 °C, debes ir directamente al médico o a un hospital.
El aborto medicinal es una alternativa más segura en los lugares donde los métodos quirúrgicos son peligrosos para la salud de la mujer, o donde la posibilidad de realizarse un aborto seguro está restringida. El riesgo de infección es mayor cuando una mujer tiene un parto que cuando tienen un aborto medicinal.
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La “infección postaborto» no está bien definida como un tipo particular de infección en estudios de abortos medicinales. Los tipos más comunes de infecciones son la endometritis, lo cual es una infección en la mucosa interna del útero, e infecciones del tracto urinario, que incluyen infección de los órganos reproductores y del sistema urinario. La infección por Clostridium sordellii es otro tipo de infección postaborto que es extremadamente rara. Los médicos han analizado un caso en el cual una mujer murió por complicaciones asociadas a una infección por Clostridium sordellii, y determinaron que aunque la infección estaba asociada al aborto medicinal, el caso “no altera la probada seguridad de los abortos medicinales inducidos con Mifepristona y Misoprostol». El Clostridium sordellii también puede causar infecciones fatales en mujeres que acaban de dar a luz. No es una infección que solo afecta a las mujeres que se hacen un aborto medicinal.
Clostridium sordellii específicamente llamó la atención de los rasgos y síntomas algo inusuales y distintivos asociados a estas infecciones: ausencia de fiebre b con presencia de hipotensión refractaria; hemoconcentración; efusiones en múltiples cavidades serosas y una dramática leucocitosis. Se sabe que una mujer canadiense murió en 2001 de la misma infección bacteriana bajo circunstancias similares. Aspectos inquietantes descritos por Fischer et al. en este número del Journal (páginas 2352-2360) incluyeron lo siguiente: «Todas las mujeres eran jóvenes y saludables; ellas habían tenido procedimientos aparentemente exitosos (no había evidencia en la autopsia de retención de productos de anticoncepción ); sus presentaciones clínicas eran algo crípticas porque ellas habían tenido calambres, lo cual es muy común en este procedimientos; y no habían tenido fiebre, y ellas habían muerto de manera llamativamente veloz luego de presentarse. Trágicas como son las muertes de estas mujeres jóvenes y sanas, siguen siendo un pequeño grupo de eventos raros sin una clara relación patofisiológica con el método de terminación del embarazo. Las pacientes deben ser informadas de este riesgo antes de que ellas autoricen el procedimiento, y deberían estar alertas a tener síntomas luego del mismo.»
«La mayoría de los estudios sobre abortos médicos no han reportado infección alguna, aunque algunos la han mencionado en casos aislados». Diez casos de infección fueron reportados de entre 80.000 mujeres que realizaron aborto médico usando Mifepristona en los Estados Unidos. Un grupo de investigadores revisaron muchos estudios médicos y concluyeron: “Una infección después de un procedimiento de aborto medicinal es un evento infrecuente, que ocurre en menos del 1% entre más de 46.400 casos, sustancialmente más bajo en frecuencia que la infección después de un aborto quirúrgico». Ellos también declararon, «La frecuencia total reportes de infecciones luego de procedimientos de abortos medicinales (0.92%) es menor que la reportada luego de abortos quirúrgicos o partos.“